“…El dinero no hace a la felicidad, pero genera una sensación tan pero tan parecida que sólo un especialista podría notar la diferencia…”
Esta es una frase de Woody Allen que he rescatado de mi experiencia en multinacionales enfocado en la generación de dinero. Mucho tiempo creí en esto hasta que entendí, como dice la canción:
“con el dinero se compra sexo, pero no amor, con dinero se compra una casa, pero no un hogar”.
El Dinero Motiva, pero no Inspira. Transformarte en un hombre de negocios tiene sentido, si entiendes y crees que el dinero es un recurso necesario para adquirir aquellas cosas que quieres tener.
Y si ese fin lo puedes lograr sin dinero, bienvenido sea, te habrás ahorrado el trabajo de ganar ese dinero.
Recuerda que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Las personas necesitan dinero para satisfacer necesidades insatisfechas y más lo requieren cuantas más necesidades insatisfechas poseen.
En los emprendedores hay más necesidades de trascendencia que de pertenencia, por lo cual, se debe tener cuidado en las técnicas que se utiliza para generar motivación. El emprendedor no se motiva por dinero, sino por lo que obtendrá a través de este.
Busca la motivación en la pregunta:
¿Qué haré cuando consiga el dinero, para qué lo quiero?
En la respuesta encontrarás el recurso de motivación.
El dinero que se obtiene de las Ventas es la consecuencia de una excelente Estrategia, y si no tienes estrategia en tu negocio, créeme, es “pan para hoy y hambre para mañana”.
El Para Qué haces lo que haces es vital para el Propósito de tu empresa. Es decir, querer de corazón, que te salga de tus entrañas. Esos sentimientos internos Intangibles que quieren ayudar y transformar a tu cliente objetivo, y además disfrutando en el camino con una sonrisa de oreja a oreja.
El verdadero fin es el crecimiento Personal, Profesional y Espiritual de las personas que integran un equipo y si lo entiendes así, podrás lograr mucho más que resultados tangibles.
Antonio Bonilla