“¿Y por donde empiezo?” suele ser la pregunta de much@s Emprendedores.
“Por el principio”, suele ser mi respuesta obligada, acompañada por una sonrisa.
La sonrisa es sólo para que no me insulten 😊.
Los Emprendedores que tienen una idea y quieren llevarla a un negocio, pero están trabajando para otros, empiezan en lo que yo llamo “Startup Weekend”, es decir, de viernes a domingo.
Empiezan a escribir y diseñar su particular Plan de Negocios. Y la gran mayoría siguen estos 3 criterios:
Primero: el Modelo de Negocios. Para poder realizar una redacción básica de este, es necesario responder a las siguientes preguntas:
- ¿Quién es tu cliente objetivo?
- ¿Cuál es tu propuesta de valor?
- ¿Mi propuesta de valor satisface las necesidades de tu cliente objetivo?
- ¿Cuáles son tus actividades claves?
- ¿Cuáles son tus fuentes de ingresos?
- ¿Qué o quiénes son tus recursos/socios estratégicos?
- ¿Cuáles son tus canales de distribución?
- ¿Cuál es tu estrategia de crecimiento/escalabilidad?
Segundo: es necesario validar datos, sobre todo, el de los clientes.
Tienes que asegurarte que los clientes existen y tienen intención de comprar tu producto. Sin esta validación con su respectiva evidencia no tienes nada, sólo una hipótesis.
Tienes que recopilar Cantidad y Calidad de información de tu potencial cliente, es la mejor manera de construir un producto ya que tu hipótesis se habrá convertido en datos certeros de tu Metamercado (Mercado Objetivo).
Recuerda que cuando vas a lanzar un producto a un mercado tiene que existir la combinación de estas tres variables:
- Densidad de Población
- Poder Adquisitivo
- Intención de Compras
Una combinación adecuada de esas tres variables, garantizan el éxito en las ventas.
Tercero: La esencia del trabajo realizado en ese corto tiempo, lo que se ha logrado construir es el prototipo del producto o servicio.
La idea (Modelo de Negocio) no tiene valor si no se lleva a la realidad y mínimamente hay que comenzar con un prototipo.
Lo que un emprendedor logra desarrollar en estas pocas horas de trabajo da muestra del potencial de lo que puede hacer su negocio y es de alguna manera, lo que se intenta también ver.
Así que, si estás en la línea de salida, utiliza estos criterios para arrancar y luego busca introducirte en el ecosistema emprendedor de tu área donde vives.
Hay concursos, incubadoras, mentores a los que puedas recurrir y te puedan preparar para lograr un “Plan Beta de tu Empresa” que sea digno para presentar tu proyecto en un mentor y que este te lleve al siguiente nivel.
Dicen que lo que se avanza con un profesional experto es equivalente a lo que se avanza en tres meses normales de desarrollo de una idea para un emprendedor que lo hace por su propia cuenta.
Quiero aprovechar el contexto del Weekend Startup para mencionar el concepto de Lean Startup.
Lean Startup es un proceso que permite a los emprendedores fallar rápido y barato. Su principal ventaja es que ayuda a aprender de una manera ágil qué producto o servicio encaja con las necesidades reales del cliente, reduciendo así el riesgo que supone el lanzamiento de un proyecto innovador.
Este concepto adopta la filosofía Lean Manufacturing aplicada por Toyota para la eliminación de ‘desperdicios’ en los procesos productivos: el Lean Startup es la evolución de esta idea y su adaptación para el lanzamiento de nuevas empresas al mercado.
En Google puedes encontrar más información sobre “Lean Startup”.
Profundiza en el proceso, es de gran utilidad para perfeccionar el lanzamiento de tu producto o servicio.
Antonio Bonilla