Las empresas españolas son, en el 90% de los casos, pequeñas o medianas.
Proporcionan trabajo al 80% de los empleados. Pero en algunos casos continuamente están luchando por despegar.
En mi trabajo, colaboro con el empresario que necesita volver a evolucionar, [r]evolucionar, su actividad en el mercado.
Una operación muy compleja porque, para ello, se debe casi desmantelar lo adquirido a través de años de experiencia.
Lo que hago es crear modelos que sean fáciles de aplicar, sugerir pequeños pasos para mantener la empresa saludable (rentable).
Para ayudar a relanzar su negocio, es necesario centrarse en la estrategia. El director debe acostumbrarse a observar a la empresa desde arriba: es mejor tener una visión general, para garantizar el control sobre todos los sectores.
Hay errores muy comunes. El más frecuente con respecto a la gestión del área de marketing, destinatario de recursos no siempre adecuados a su función principal en la Compañía.
Para el marketing no se trata solo de organizar actividades promocionales para relacionar catálogos, sino que adopta técnicas para que los compradores potenciales se convenzan de gastar en un determinado producto.
El volumen de ganancias crece si se transmite un mensaje ganador.
Para conquistar el mercado no es necesario actuar sobre la rotación o la producción. Se debe prestar atención a los clientes, es importante rastrear el perfil del cliente ideal, comprender las necesidades y cuanto está dispuesto a gastar en la compra.
Los medios para convencer no pueden ser solo el precio. He oído a muchas personas decir «es útil reducir los precios del producto para reducir la competencia»: nada más lejos de la realidad.
La palanca de los precios es efectiva, pero también inestable.
En los inicios de la [r]evolución, aconsejo que se adopte otros criterios para mantener a los clientes cerca, por ejemplo, crear propuestas de valor, restringir la gama de productos ofrecidos centrándose exclusivamente en aquellos que le gusten, centrarse más en sus clientes habituales.
Una vez consolidada la [r]evolución, será el momento de buscar nuevas fronteras.
Antonio Bonilla